1 dic 2008

¿Compatibilidad Turistica? Depende del enfoque.



En un congreso de Derecho del Turismo realizado en Buenos Aires, la jurista experta en asuntos ambientales, Romina Santroni dio a conocer una propuesta en base a un nuevo modelo de compatibilidad turística.


Enfocándose basicamente a República Dominicana, Santroni habló sobre “El turismo de lujo y las áreas protegidas como elementos para fomentar el desarrollo”.


Este concepto de Compatibilidad Turística tiene principios interesantes, sin embargo algunas de las ideas no están meramente reflejadas a la realidad de muchos países latinoamericanos, si no es que de ninguno.


Puntos a favor:


1) Aprovechar adecuadamente las virtudes de las áreas protegidas a través de la creación de una oferta turística diferente.


2) Actividades ecoturísticas y la total integración* y participación de las comunidades aledañas.


3) “La armónica interacción” de las áreas protegidas y el turismo puede constituir la fórmula del éxito en cuanto a erradicación de la pobreza se refiere en los entornos de los parques.


Gran punto en contra:


1) “Promover el turismo de alto lujo con la realización de actividades turísticas en las áreas protegidas y participación de las comunidades cercanas, que garanticen el libre acceso al público, implementadas mediante el control estatal y los recursos privados de una entidad que co-maneje las áreas naturales protegidas”.




Es un poco ridículo, inconsciente e irresponsable pensar que el turismo de “alto lujo” va, de alguna forma, a garantizar el libre acceso y la protección ambiental, cuando lo primero que vemos a la hora de edificar este tipo de establecimiento es la desaparición significativa de flora y fauna de la zona; sumado a esto, la descripción “alto lujo” inmediatamente denota segmentación de mercado, lo que prácticamente excluye al “libre acceso”.



*Aunque pareciera un punto a favor, la “total integración” de comunidades aledañas ha influido en el incremento de la prostitución, la explotación infantil y la transculturación, o en el peor de los casos la aculturación.




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